Ayer salí a tomar algo en plan tranqui para celebrar el ascenso del CAI Zaragoza a la liga ACB (espero que esta vez sea ya la definitiva). No esperaba gran cosa de la noche, pero me lleve una grata sorpresa.
A la celebración en la plaza España llegamos tarde así que nos fuimos directos al casco a tomar algo allí y celebrarlo por nuestra cuenta. No había mucha gente, lo que se agradece ya que siempre esta hasta arriba. Y es entonces cuando se obro el milagro, algo que no había visto en mucho tiempo y que creía que nunca volvería a ver en Zaragoza y en España en general. Este hecho fue que en un bar en el que estuvimos había más mujeres que hombres, concretamente en una proporción de 24 a 4 (lo conté) en la mitad del bar, en la otra mitad habría un número igual de ambos sexos. Y nada de orcos (esto lo dice el rey orco), sino que eran mujeres que no estaban nada mal, este hecho me ha vuelto a dar esperanzas y fe en la humanidad. Por supuesto como esta siendo mi tónica habitual no hablé con ninguna.
Yo ya creía que en los únicos sitios donde había más mujeres que hombres eran en los prostíbulos (por lo que me han contado) y en los conventos de monjas.
A la celebración en la plaza España llegamos tarde así que nos fuimos directos al casco a tomar algo allí y celebrarlo por nuestra cuenta. No había mucha gente, lo que se agradece ya que siempre esta hasta arriba. Y es entonces cuando se obro el milagro, algo que no había visto en mucho tiempo y que creía que nunca volvería a ver en Zaragoza y en España en general. Este hecho fue que en un bar en el que estuvimos había más mujeres que hombres, concretamente en una proporción de 24 a 4 (lo conté) en la mitad del bar, en la otra mitad habría un número igual de ambos sexos. Y nada de orcos (esto lo dice el rey orco), sino que eran mujeres que no estaban nada mal, este hecho me ha vuelto a dar esperanzas y fe en la humanidad. Por supuesto como esta siendo mi tónica habitual no hablé con ninguna.
Yo ya creía que en los únicos sitios donde había más mujeres que hombres eran en los prostíbulos (por lo que me han contado) y en los conventos de monjas.
